Hoy lo he vuelto a sentir. Y es que, es lo que ocurre cuando uno tiene algo desde hace mucho tiempo y se acostumbra a ello. Directamente lo ignoras, cuando en su día fue algo que te pudo marcar una infancia o una juventud. Esa cosa con la que recordar un sitio, un momento, un tiempo atrás.
Hoy por un instante he vuelto a recordar algo que tengo y que muchos anhelarían. Y en el momento en que vuelves a ser consciente de su presencia te sientes acribillado por un sin fin de recuerdos. Por un sin fin de imágenes.
Hoy señoras y señores he paseado de noche entre naranjos. De lo que os hablo no es ni mas ni menos que el olor a Azahar.
Hoy he vuelto a comprobar lo bien que huele Sevilla de noche.
Sevilla es hermosa, tanto de día como de noche. Lástima que cuando la conocí era invierno y no pude disfrutar del aroma de azahares... Sin embargo me encantó lo pintoresco de sus calles, el azul del cielo (muy distinto a cualquier otro que haya visto), el color de la tierra. En fin, podría enumerar millones de cosas que hicieron que me enamorara de Sevilla.
Escrito por Ximita a las 10 de Julio 2004 a las 05:31 AMNunca he ido a Sevilla :( Pero en cuanto tenga una oportunidad tiro para Andalucía, que mis padres son andaluces y la tierra tira ;p Besos!
Escrito por Lyzzie a las 10 de Julio 2004 a las 12:36 PM